jueves, 16 de octubre de 2008

Nacimos el uno para el otro

¿Cómo pudiste abandonarme? Sabes que no puedo vivir sin vos, sos parte de mí. Ahora siento que me falta algo. Me siento desnuda. En las noches paso frío. La soledad me inunda el alma. Pero nadie va a ocupar tu lugar. Nadie puede suplantar tu lugar. Y es por eso que estoy condenada a la nostalgia eterna. Me dijiste que no éramos el uno para el otro. Que desde que tenes uso de razón me venís soportando y que no aguantabas más. Que querías conocer otros lugares, vivir experiencias nuevas, conocer el mundo y que todo eso atado a mi era imposible hacerlo. Que yo no era más que un estorbo en tu vida. Y esas, que fueron tus últimas palabras, las voy a tener que cargar el resto de mi vida. Va a ser una mochila que va a dejar sin consuelo a un corazón que esta quebrantado en mil pedazos. Sinceramente no lo entiendo. Quisiera que me expliques cómo una lapicera puede vivir sin su capuchón. Es como decir que un pulmón viva sin aire o que el amor viva sin pasión. Honestamente no comprendo como me pudiste hacer esto. Nosotros nacimos el uno para el otro, tenemos el mismo formato, somos del mismo color, vos fuiste diseñado para mi y yo para vos. Sencillamente no puedo vivir sin vos, capuchón. Además se me va a secar la tinta y ahí si va a ser el fin de mis días. Con tu partida, prácticamente me condenaste a muerte. ¿Y todo por qué? Porque querías conocer una librería entera. Una vez te había llegado el comentario de que eso era el paraíso y desde entonces estas soñando con eso. Era lo único en lo que pensabas y por lo que vivías. ¿Y yo? ¿Todos estos años juntos, fueron en vano? Tantas cosas vividas, tantos momentos compartidos tirados a la borda. No comprendo como pudiste abandonarme después de los años que estuvimos juntos. Esto seguramente pasó porque en este último tiempo te estuviste juntando con la pluma, y ella con sus aires de grandeza te lleno la cabeza con ideas absurdas. Nosotras somos simplemente una birome. Tenemos vidas simples, no aspiramos a mucho. Con que podamos escribir unas cuantas líneas estamos satisfechas. Con que podamos sobrevivir unos años en alguna cartuchera o en un lapicero nos consideramos afortunadas en la vida. Somos sencillamente una lapicera. Pero parece que eso no te alcanzo, y te fuiste en la busca de algo más. Dejándome en completa soledad, incompleta y condenándome a una muerte segura. Las palabras como me alcanzan para manifestar el sentimiento que tengo. Esperanzas que vuelvas, ya no tengo. No poseo noticias de vos hace un par de meses. Y no creo que algún día las vaya a recibir, por lo que ya me resigne a vivir mis últimos meses de vida en una abrumadora soledad y en una dolorosa pena.
MENCONI MERCEDES

No hay comentarios: