Y está nublado, y la gente pasa, y las ruedas giran, y las luces cambian… y es como si mirara la Plaza de Congreso desde afuera, desde la nada. Y el café casi me da asco, y ese hombre que mira los resultados de la quiniela por Crónica TV desde la otra mesa… horas deambulando por Buenos Aires, buscando matar el tiempo ¿Buscando vivir el tiempo? ¿Vivir el tiempo muerto? Paradojas.
Y Buenos Aires es tan linda a veces, y tan llena de miserias y dolor, sí, humanidad. Dicen que es muy extensa, yo diría que infinita, millones de almas que guardan millones de sentimientos y memorias. Y el desprecio y la indiferencia. Sí, Buenos Aires es tan linda a veces.
Y escupo esto porque si no, no puedo tragar la medialuna; porque si no, no me queda lugar para nada más que esta angustia; y escupo esto para seguir mirándote a los ojos, para poder decirte que te quiero; y dejar el alma en el aire, y buscarte en cualquier rincón aunque sepa que no estás; y escupo esto porque si no, no hay esperanza, y no podría cerrar mi cuaderno, y… ¡mozo, la cuenta!
Florencia
jueves, 9 de octubre de 2008
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